Nos intentan inculcar que la verdadera felicidad está en alcanzar el éxito profesional, familiar o social y a veces la verdadera felicidad y el verdadero progreso no viene acompañado de etapas precisamente felices, sino de etapas duras, difíciles, pero llenas de aprendizaje, etapas donde debes sacar valor de tus entrañas, donde nada resulta fácil ni cómodo, pero donde de verdad puedes medirte con todas tus fuerzas y donde tu evolución en el mundo ha dado un paso de gigante...no es ésa la verdadera felicidad? El crecer día a día? El superar los obstáculos que la vida plantea? El salir airoso de las dificultades y reveses que van surgiendo en el camino? ..sinceramente, creo que la escala de valores está invertida y que seguir midiendo el éxito o la felicidad por la cantidad de momentos “alegres” que se vivan es un gran error....porque los tragos amargos enseñan...y la vida nos ofrece su sabiduría en esas pequeñas dosis confiando en nuestra capacidad para afrontarlo y extraer la enseñanza que pretende transmitirnos...disfruta, crece y aprende....hay que mantener muy abiertos los ojos para eso.
PAULA MONTES
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