domingo, 15 de mayo de 2011

AYUDA A LAS PERSONAS A SANARSE...




Por Michael Berg
Este mes se denomina comúnmente el mes de la sanación, y nos ofrece la habilidad de instigar el proceso de sanación.
Esta es una idea del Arí relativa a cómo rezar por la sanación de los demás. Espero que te resulte útil, pues ayudar a los demás a sanar es la clave de nuestra propia sanación.
El Zóhar nos dice que siempre que una persona realiza una acción negativa, el registro de ese acto se inscribe literalmente en sus huesos. Si se lleva a cabo una acción negativa con las manos, por ejemplo, el registro de dicha acción se inscribirá literalmente en los huesos de la mano. Ese registro sirve después como una abertura que permite la entrada a la negatividad.
Pero cuando rezamos por otra persona, literalmente la rodeamos con nuestra presencia. Quizá tengamos negatividad propia, pero puede que no sea en la misma área que ha causado el juicio en la otra persona. Así que cuando rodeamos a otra persona con nuestros rezos u otro trabajo espiritual, su cuerpo deja de estar abierto a la negatividad. Así es como podemos proteger a las personas, e incluso cambiar la energía negativa a positiva.
Cualquiera que fuera el daño que atraía esa negatividad, ya no puede seguir haciéndolo. Tal como está escrito: “Cuando cada uno de nosotros reza con toda su alma y con todo su cuerpo, es así como podemos proteger a otra persona”. De esta forma tapamos cualquier abertura que pueda quedar para la negatividad.
Por supuesto, eso no significa que esa persona será sanada de forma instantánea porque hayamos rezado por ella una sola vez. El poder de nuestra oración depende de dónde nos encontremos, y puede que tengamos que rezar por alguien muchas veces. Pero, lo importante es darnos cuenta de que cada vez que rezamos estamos ejerciendo una influencia. Estamos creando un efecto.
Esta lección es algo que debemos poner en práctica realmente  durante este mes. Cuando rezamos por alguien debemos ser conscientes de que lo estamos envolviendo con nuestra energía y desconectándolo del influjo de la negatividad.

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