Lo que dice más sobre quién somos es lo que hacemos, lo que elegimos hacer a partir de nuestras circunstancias. A menudo se oyen expresiones como “eres lo que lees“, “eres lo que comes“… Creo que tiene mucho de verdad, por dos razones:
- Primero, como causa: porque lo que eliges leer, comer, pensar, etc. dice mucho de quién eres, lo que te importa, lo que valoras…
- Segundo, como consecuencia: porque los lugares a los que vamos, personas con quien estamos, conversaciones que tenemos, pensamientos que cultivamos…van conformando lo que somos, lo que creemos, lo que pensamos, lo que sentimos… como una escultura en un torno de alfarero. Por eso es importante elegir conscientemente y no a la ligera en qué invertimos el tiempo, el dinero, los pensamientos, las conversaciones…
Uno podría refutarme diciendo que uno no siempre puede hacer lo que quiere. A lo que le respondería, que entonces empiece a querer lo que hace. Lo que no tiene sentido es pasarse la vida de víctimas de las circunstancias, y perdernos la oportunidad de ver lo que realmente tenemos delante por fantasear viviendo en pensamientos de lo que pudo haber sido, o en sueños de lo que podrá ser. Me gusta una frase de Eduardo Mendoza que dice “un problema deje de serlo si no tiene solución”. Si quieres cambiar algo, cámbialo. Si no quieres o no puedes, primero reconócelo, y después acéptalo cuanto antes. Y no olvides que aunque no siempre puedas cambiar el qué, siempre puedes cambiar el cómo…
La vida pasa demasiado deprisa como para mirarla desde el banquillo… ¿Qué tal si empezamos a hacer apuestas comprometidas y a dejar de intentarlo?
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