"Un niño es débil, vulnerable, inseguro. De manera autónoma y de diversas formas empieza a crearse una armadura, una protección. Por ejemplo, tiene que dormir solo. Está oscuro y tiene miedo, pero tiene su osito de peluche y con él cree que ya no está solo; su amigo está con él...
Creará ositos de peluche psicológicos. Y esto es para recordaros que aunque un adulto piense que no tiene ositos de peluche, se equivoca. ¿Qué es su Dios? Sólo un osito de peluche. A partir de sus miedo infantiles, el ser humano ha creado una figura paternal que lo sabe todo, que es todopoderosa, que es omnipresente; si tienes suficiente fe en él, te protegerá. Pero la idea misma de un protector es infantil. Entonces aprendes a rezar: es parte de tu armadura psicológica...
La persona madura debería desvincularse de todo lo que tenga que ver con el miedo. Así es como llega la madurez.
Simplemente observa tus actos, tus creencias, y descubre si están basadas en la realidad, en la experiencia, o están basadas en el miedo. Cualquier cosa basada en el miedo ha de ser dejado atrás inmediatamente, sin pensarlo dos veces. Es tu armadura. Yo no puedo fundirla. Sólo puedo mostrarte cómo dejarla atrás...
Puedes hacer una lista muy larga y te quedarás sorprendido de todos los miedos que hay: ¡y aún sigues vivo! Estás rodeado de infecciones, enfermedades, peligros, secuestros, terroristas... y la vida es tan pequeña. Y finalmente también está la muerte, que no puedes evitar. Toda tu vida se oscurecerá.
¡Abandona el miedo! Lo tomaste inconscientemente en tu infancia; ahora déjalo conscientemente y madura. Y entonces la vida podrá ser una luz que vaya profundizándose a medida que creces".
Osho, Más allá de la psicología
http://osho-maestro.blogspot.com/
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