Si el mar no llega, la langosta se queda donde está y muere, aunque el más pequeño esfuerzo le hubiera permitido alcanzar las olas, quizás a menos de un metro de distancia.
El mundo está lleno de langostas humanas … Personas encalladas sobre las rocas de la indecisión y el aplazamiento que, en lugar de emplear sus propias energías, se quedan esperando que ma gran oleada de buena fortuna los ponga a flote o los devuelva al mar.
Dr.Orrison Sweti Marden
No hay comentarios:
Publicar un comentario