Los fantasmas no existen, o dicho de otra manera, a lo que llamamos fantasmas son espíritus y presencias.
Generalizando, podríamos decir que existen dos grupos, los que van a la luz directamente, que son mayoría y de los que hemos venido hablando en la mayor parte de las entradas; y, los que están perdidos, por no ir a la luz, y son minoría.
Al morir, el espíritu regresa al lugar del que partió, al origen, al amor.Existen diversos planos o dimensiones vibracionales de energía amorosa. En ellos, el espíritu descansa, se recupera de lo vivido en su última vida; está aprendiendo, evolucionando.
Cuando morimos, avanzamos hacia la luz, que es amor, y lleva directamente al plano donde descansaremos, reuniremos con otros seres queridos y planificaremos cómo queremos seguir avanzando como almas que somos. Para todo ello se necesita un tiempo, para algunos seres será más rápido; otros, necesitarán más tiempo. Cada uno el que precise, no hay prisa.
Otros seres, y son minoría, al morir, no van a la luz. Quizá sientan miedo al ver la luz y aunque estén rodeados de seres queridos al hacer el tránsito, rechazan su ayuda. Estos seres, acaban perdidos en una dimensión en la que la luz y el amor es más escasa, que existe y se deja sentir.
La decisión de quedarse puede estar motivada por el miedo a avanzar, por la creencia que su vida no ha sido todo lo correcta que debía y temen qué va a pasar cuando lleguen a su destino; porque están demasiado apegados a su familia, tierra, vínculos en la tierra, etc.
Estos seres, se sienten perdidos y pasado un tiempo buscan la luz que les conducirá de vuelta al amor. No saben o no conocen cuál el camino de regreso, sienten miedo, están angustiados, se sienten solos. Cuando se dan cuenta de su situación buscan ayuda en sus seres queridos que están vivos, ya sean familia, amistades, allegados, etc. Muchas veces, ya sea por el dolor de la pérdida y la ausencia, porque no sabemos verles, ni percibir sus señales, no somos conscientes de su presencia a nuestro lado.
Cuando se dan cuenta que en su entorno no les ven, van en busca de otros seres que pueden percibirles ya sea porque están abiertos, son canales, en ese momento de su vida son más sensibles, etc. Los seres fallecidos buscan un faro en la oscuridad que les ilumine, luz que guíe sus caminos de vuelta a casa. Cuando encuentran a una de estas personas que saben que puede ayudarles, se hacen notar de muchas maneras llamando su atención.
Aunque ellos vean que somos luz y podemos guiarles, es posible que nosotros mismos no sepamos que tenemos esa capacidad. Podemos notar su presencia porque estamos incómodos, molestos, no sabemos qué pasa pero notamos cierta inquietud. Notamos la energía de la angustia. Ante todo, debemos saber que no pueden hacernos daño, sólo buscan ayuda.
Ante esta situación podemos optar por ayudarles o no hacerlo. Somos libres de decidir qué hacer. En el caso de querer ayudar lo que haremos será mandarles luz y amor, para que la encuentren y así retomar su camino. Ya hemos hablado en entradas anteriores cómo hacerlo, en concreto en Enviando luz y amor.
En una próxima entrada, hablaré de qué podemos hacer y cómo actuar cuando sentimos que hay presencias o espíritus perdidos cerca nuestro.
No debemos confundir a estos seres que están perdidos, con los que una vez estando en la luz, de repasar y descansar de su vida anterior, deciden querer ayudar a sus familias. La energía que desprenden estos seres es de amor, suave, reconfortante, armoniosa y luminosa. Se distinguen fácilmente unos de otros.
Todos somos almas, espíritus pero no fantasmas. Dejemos a estos últimos para los cuentos, relatos y películas.
http://comunicacionentredosmundos.blogspot.com.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario