lunes, 26 de diciembre de 2016

CUCHILLOS EMOCIONALES....LUHEMA...♥




Hay  personas tan dolidas, tan heridas o que no han podido superar una situación traumática que van  armados  con  cuchillos emocionales de doble filo en su misma boca, y todo proviene de su enojo, ya que éste si no se eleva  a la conciencia se vuelve contra uno, se hace inconsciente e irrespetuoso con uno mismo y por consiguiente con los demás. La frialdad les corta las alas, les endurece el corazón y naturalmente tienen un grave conflicto interior.

A  todos los que en algún momento de su vida  portan  cuchillos emocionables de doble filo:

Entiende que yo no soy tu enemigo. Eres tú mismo. Es ese sentimiento del pasado que no has podido sanar el que te está enfureciendo, el que te lleva a lo más denso.

Comprende que no ganas nada con tu ofensa, porque  no me ofendes, sino todo lo contrario te lastimas más.

Sólo podrás hacerme daño, claro está; si yo me dejo, si bajo las defensas. Y puede que  así sea en alguna ocasión o, si entro en el juego de los egos sintiéndome víctima u otra cosa parecida, pero ¿qué sacas con eso? … ¿Te sientes bien o por el contrario, sientes la misma desdicha o vacío?

Ante una ofensa, insulto o agravio, el que no va armado con cuchillo de doble filo no autoriza la lucha a un plano físico, ni mental, ni espiritual. El que no va armado conoce su propia fuerza y esta no reside en hacer sentir mal a una persona, o en devolverle la ofensa porque conoce las leyes universales, porque no está en su naturaleza obrar de ese modo, porque conoce el poder de las palabras y percibe las heridas del alma.

Sí, muchas veces recibimos  golpes inesperados, injustos.  Lloramos, descansamos para recuperar energías, elevamos nuestro sufrimiento, pero antes de sentirse débil o intimidado, una persona que vive su luz, consigue llegar a su corazón y se enfoca en lo que verdaderamente es. Y sólo, y si es necesario te dirá su verdad haciéndote ver que esa es una batalla perdida que no conlleva ningún beneficio.

©LUHEMA

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