jueves, 4 de junio de 2015

LA FORMA EN QUE EL CORAZÓN RESPIRA



No trates de abrir tu corazón en este momento. Eso sería un sutil movimiento de agresión hacia tu experiencia encarnada inmediata.

Nunca le digas a un corazón cerrado que debería abrirse un poco más; se cerrará con más fuerza para protegerse, al sentir tu resistencia. Un corazón se despliega sólo cuando las condiciones son adecuadas; tu exigencia de abrirse invita a que se cierre aún más. Esta es la suprema inteligencia del corazón.

En su lugar, honra al corazón en su presente estado. Si está cerrado, deja que así sea; santifica que esté cerrado. Hazle sentir que está a salvo, a salvo incluso para sentirse en completo peligro. Confía en que, cuando el corazón esté listo, y ni un minuto antes, se abrirá como una flor ante la calidez del sol. No hay ninguna prisa para el corazón.

Confía en su apertura y en su cerrazón, también; en la expansión y en la contracción; esta es la forma en la que el corazón respira; en la seguridad, en la inseguridad, en la seguridad, en la inseguridad; en la preciosa fragilidad del ser humano; y todo es bienvenido en el amor más perfecto.

- Jeff Foster

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