Explica el Rabino David Cooper (EEUU), estudioso contemporáneo de la Kabbalah:
“Dios no es una cosa, un ente, un nombre. No existe en el modo como definimos la existencia, pues no ocupa espacio ni está ligado al tiempo. Los místicos judíos se refieren con frecuencia a Él como EIN SOF, que significa “lo sin límites”.
El EIN SOF nunca debería ser conceptualizado de ningún modo. No debería ser llamado Creador, Todopoderoso, Padre, Madre, Infinito, lo Uno, Brahman, mente de Buddha, Allah, Adonai, Elohim, El o Shaddai; y nunca, nunca, debería ser llamado “Él”. No tiene ninguno de esos nombres, no tiene género.
Darle un nombre a lo innombrable crea un obstáculo que confunde a la mayoría de la gente. Pensamos que si algo tiene un nombre, tiene una identidad. Una identidad viene con atributos (…)Sin embargo varios nombres se filtran, porque nuestras mentes no pueden trabajar sin símbolos. (…)”
- Místicos para tod@s -
Vía Au Chile
A TRAVÉS DE LUZ ARCOÍRIS
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