Ricardo Ros
Maribel me cuenta que nunca ha hecho nada en la vida porque sus padres se separaron cuando ella era pequeña. Dejó de estudiar a los 14 años, se casó a los 17 embarazada, se separó a los 19, tuvo tres hijos de diferentes hombres y ahora vive de la caridad pública. Maribel tiene 46 años. Nunca ha trabajado, nunca ha tenido una relación estable, sus hijos, ya mayores, se han alejado de ella.
Estefanía lleva toda la vida trabajando en una fábrica del sector del automóvil. Ahora con la crisis la acaban de despedir. Tiene 55 años y sabe que no va a volver a encontrar trabajo. Se queja de que nunca pudo estudiar porque su familia era muy pobre.
A Salvador le tuvieron que amputar una pierna en su adolescencia tras un accidente esquiando. Dejó de estudiar y nunca quiso trabajar. Desde entonces, tiene 32 años, sigue viviendo en la casa de sus padres. No sale de casa, no tiene pareja y dice que su vida habría sido muy diferente si tuviera las dos piernas.
Para el campo del desarrollo personal no hay atajos. Rige la ley de la cosecha: siempre recogemos lo que sembramos, ni más ni menos. Nuestra vida no está marcada por lo que hicieron nuestros padres o nuestros abuelos; tampoco por circunstancias sobre las que no tenemos control. Nuestra vida está marcada por nuestras decisiones. Lo que tú haces hoy es lo que podrás recoger mañana.
Nacer en una familia pobre, haber vivido la separación de nuestros padres, tener una enfermedad o cualquier otra circunstancia, no significa que nuestra vida tenga que estar marcada permanentemente por estos hechos. El único obstáculo para conseguir lo que deseas eres tú mismo. Si provienes una familia pobre, lucha por salir de la miseria. Si tus padres se han separado, aprende la lección y trata de establecer una relación fructífera con tu pareja. Si tienes una enfermedad, acéptala y sigue adelante. Si tuviste un trauma cuando eras niño, ahora ya no lo eres, ahora como adulto tienes muchos nuevos recursos que puedes poner en marcha para superarte. Nadie hará por ti lo que tú tienes que hacer por ti mismo.
Hazlo lo mejor que puedas con lo que tienes. Trabaja para salir de situaciones que no te benefician. Lucha por superar cualquier escollo que se presente. Si no lo haces tú, ¿quién lo va a hacer?
Cambia la perspectiva con la que ves el mundo y se abrirán ante ti nuevas posibilidades.
Fuente: http://www.ricardoros.com
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