En tanto creas que tu aprobación y validación deben provenir de los demás, es improbable que las obtengas. Obtener aprobación es difícil si sigues dándola a los demás. Puedes dar amor sin expectativas y regresará multiplicado. Pero no puedes dar el valor de ti mismo y esperar que regrese.
El “tu” que vive en lo profundo de ti, sabe que probablemente lograste el afecto de otros por seguir las reglas que ellos crearon, no fue por ser el “tu” original que eres. El afecto llegó por cumplir con ese concepto tradicionalmente condicionado de ser un buen niño o una buena niña. Por ello, ese afecto siempre les pertenece para que te lo den y te lo quiten, si no te comportas de acuerdo con las reglas de su juego. Nunca será tuyo, en tanto sean otros quienes puedan darlo.
- John-Roger
de: Relaciones: Amor, Matrimonio y Espíritu
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