¿Has pensado alguna vez en la carga enorme que representan esas cosas que finges? Pierdes tanto tiempo, riqueza, esfuerzo y energía emocional al servicio de todas esas cosas que simulas.
¿Y qué te aportan? Incluso en el caso de tener éxito sosteniéndolas, la mayoría de ellas sólo generarían resentimiento en los demás.
Todas las cosas que te esfuerzas por fingir y simular, observadas desde un punto de vista lógico, no tienen ningún sentido. Y afortunadamente, librarse de ellas es muy simple.
¿Qué sucede cuando decides dejar de lado todas esas cosas que simulas? Sientes una maravillosa, refrescante y estimulante sensación de libertad.
La fuerza y la plenitud que buscas mediante las cosas que simulas ser o tener, pueden ser tuyas en el preciso instante en que dejes de lado todas esas inútiles simulaciones. La manera de lograr impresionar a los demás y de ser más efectivo es siendo lo más auténticamente posible la persona que realmente eres.
Fingir y sentir verdadera confianza en ti mismo no pueden coexistir. Desecha las simulaciones, y observa cómo tu confianza se eleva en consecuencia.
Gabriel Sandler
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