"NO PODEMOS CONTROLAR LO QUE NOS PASA
PERO PODEMOS ELEGIR LO QUE HACEMOS
CON ELLO..."
En los tiempos que corren, sobre todo en España, todo es incierto. Pero en realidad la crisis solamente ha venido a recordarnos algo que habíamos olvidado pero que es condición y parte de la vida: cambio, incertidumbre, muerte. En realidad, no es que no haya vida más allá del fin de mes, sino que no sabemos si caerá un meteorito mañana o viviremos 100 años más porque con tanta tecnología inventarán alguna clase de tratamiento anti-envejecimiento.
No, no lo sabemos. Pero la pregunta no es cuánto podemos llegar a saber, sino cuánto necesitas saber, no para seguir aprendiendo y ganando curiosidad, sino para controlar más tu vida, por miedo a que algo se te escape de las manos como agua escurridiza.
Puede sonar muy pesimista, pero en realidad pretendo justamente todo lo contrario: negar la realidad no nos salvará de ella. Cuando aceptemos honestamente que la vida es incierta, podremos realmente comenzar a apreciarla, agradecerla y disfrutarla a cada instante, en una constante curiosidad, la misma de la que hablaba el filósofo Sócrates, y la que tanto practican los niños.
¿Y tú, eres de aquellos que dan por hecho las cosas y se apegan a ellas, o de los que se sorprende cada mañana, se detiene ante cada nuevo atardecer, se entusiasma ante cada nuevo reto, y agradece a cada instante el mero hecho de estar vivo?
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