Asustado de caer y recaer, decidió no levantarse más. El dolor era insoportable, no había motivos para seguir intentándolo…. Justo en ese momento se le acerco una viejita, con paso cansado y dura expresión en la mirada a causa de las luchas perdidas y guerras ganadas.Se detuvo a su lado y le ofreció su bastón, a lo que el muchacho le miró con cara de sorpresa y le dijo- Gracias…anciana, pero yo me quedo aquí. Ella con dura voz le contestó- Cierto es joven que la vida es dura, pero hijo mío, sabes? cuánto más dura es la lucha más merecida es la victoria. Ya has luchado y posiblemente piensas que has perdido…. Cambia tu modo de levantarte en esta derrota y sin más habrás cambiado de rumbo y llegarás a tu tan deseosa FELICIDAD personal.
El muchacho cogió aire, tomo el punto de apoyo que la anciana le ofrecía y cambio el pie con el que se había estado levantando toda su vida… Ahora era cuestión de caminar a paso pausado y con la seguridad absoluta que, tal como la sabia anciana le avecinó… solo quedaba la llegada de su victoria.
Anónimo
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