La realización de una vida no es el dinero. Ni el poder. Es la alegría.
El sueño es aquello que nos unirá, en el futuro, con la persona que somos en este instante –joven, y llena de esperanza. Agarremos, pues, esta bendición con toda la fuerza que podamos. Y trabajemos por ella. De esta manera, puede que envejezcas, pero nunca serás un viejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario