La libertad es un regalo que debes preservar hasta la conclusión del viaje.
Cuando encuentres en todo una enseñanza y seas capaz de reírte de las adversidades, puedes estar seguro, has encontrado la vida.
Desde un nivel de conciencia, somos espontáneamente felices, porque somos la vida y ella es armonía; desde un nivel de condicionamiento somos infelices, resultado de esa nefasta programación.
La vida es una escuela para quien está atento.
El que uno lo pase mal, no depende tanto de las circunstancias externas, como de la modalidad perceptiva que cuando está influida por una secuencia interminable de pensamientos termina generando malestar.
La vida es un sendero de belleza para quien está despierto. La vida es una secuencia de interminables oportunidades para seguir creciendo.
Es necesario y urgente desligar la felicidad de la saciedad de deseos. Preservar sólo los deseos superiores mas nunca apegos ni dependencias.
Quien olvida lo interno ha perdido el sentido de su vida y con el tiempo su vida misma. Cuando absorbas el instante plenamente, tu instinto hecho intuición descubrirá la eternidad hecha cotidiana canción.
Quienes temen a la vida, temen a la libertad, refugiándose en la esclavitud de los pensamientos, en las cadenas de las adicciones, en la prisión de lo convencional. Quienes temen a la vida, están más muertos que vivos.
Hay gente que se enamora de los cubiertos y se queda sin comer y en medio de un interminable banquete, muere de hambre.
No olvides que de la siembra que realices, un día cosecharás.
Sólo puede conocer a Dios, quien conoce la vida plena.
Hay quienes confunden la puerta de la cárcel con la puerta de la libertad. Hay quienes desde su prisión hablan de la libertad, como si ella fuera sólo una palabra.
Muchos hombres creen que lo que creen es la única verdad. En estos casos, a menudo, la verdad es que son esclavos de lo que creen. Hay gente que cuando descubre que su estupidez le impide crecer, en un acto de extraño heroísmo, decide renunciar a crecer.
La intuición es una canoa que está en la otra orilla; para llegar allá, hay que cruzar el río de pensamientos.
Sólo es libre quien no reacciona desde un nivel de condicionamiento. La vida está llena de sorpresas y cuando venga un pensamiento o sentimiento negativo, no te identifiques con él, obsérvalo como a un extraño y, si no te acercas ni lo alimentas, rápidamente se desvanecerá.
CHAMALÚ
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