viernes, 6 de mayo de 2011

LEY DEL RITMO...


“TODO FLUYE Y REFLUYE, TODO TIENE SUS PERÍODOS DE AVANCE Y RETROCESO, TODO ASCIENDE Y DESCIENDE, TODO SE MUEVE COMO UN PÉNDULO, LA MEDIDA DE SU MOVIMIENTO HACIA LA DERECHA ES LA MISMA QUE LA DE SU MOVIMIENTO HACIA LA IZQUIERDA; EL RITMO ES LA COMPENSACIÓN”.

Este Principio encierra la verdad de que todo se manifiesta en un determinado movimiento de ida y vuelta; en todo se manifiesta una oscilación media, un flujo y un reflujo, un movimiento semejante al del péndulo de uno a otro polo, según el principio de Polaridad, con el cual el Ritmo está estrechamente relacionado. El Ritmo se manifiesta entre los dos polos de todo. Esto no significa que la oscilación rítmica vaya hasta los extremos de cada polo, pues esto sucede muy rara vez; es muy difícil establecer los opuestos polares extremos en la mayoría de los casos. Pero la oscilación se efectúa hacia un polo primero y después hacia el otro polo. Siempre hay una oscilación, un avance y un retroceso, una elevación y una caída manifestándose en todas las cosas y fenómenos del universo.
Esta ley rige para todo: soles, mundos, mentes, energía, espíritu, materia, animales, vegetales, etc. Lo vemos en la historia de la vida en todas las cosas, en la elevación y caída de las Naciones, es decir, que en todos los Planos este Principio está en función. En el Plano Espiritual, por ejemplo, siempre hay una emanación seguida de una absorción. Nosotros emanados de Dios nacemos (descendemos a conciencia material) y luego morimos (somos absorbidos a conciencia espiritual).
. Las mareas de la vida fluyen y refluyen de acuerdo con la ley, y así vemos que empezamos algo con gran entusiasmo que no sabemos cuándo ni por qué decae, y luego vuelve y así nos va manejando este Principio porque él, como toda ley, es inmutable. Siempre se cumple; pero al estudiarlo y conocerlo y saber que él siempre está en función, se aprende a usar igual que lo hacemos con la ley de mentalismo, o la de causa y efecto o la de Polaridad. Es decir, que ESTAS LEYES NO SON NI BUENAS NI MALAS. SIMPLEMENTE GARANTIZAN EL FUNCIONAMIENTO ARMÓNICO DEL UNIVERSO, Y ES NUESTRO CONOCIMIENTO Y USO DE ELLAS LO QUE LAS HACE BUENAS O MALAS PARA CADA QUIEN. En este caso, por ejemplo, sabemos que no se puede anular el principio del Ritmo, pero tampoco podemos permitir, una vez conocido, que juegue con nosotros y nos lleve de allá para acá, igual que brizna de paja, sino que aprendemos a eludir sus efectos hasta cierto grado. Grado que depende del dominio que se tenga de dicho Principio.

Aprendemos a usarlo en vez de ser usados por él. APRENDEMOS A POLARIZARNOS EN EL PUNTO DONDE DESEAMOS QUEDARNOS Y NOS ELEVAMOS POR ENCIMA DE LA OSCILACIÓN PENDULAR. Todo el que ha adquirido cierto grado de dominio sobre sí mismo ejecuta esto hasta cierto punto, consciente o inconsciente. El maestro lo efectúa conscientemente, y por el dominio de la ley alcanza un grado de equilibrio, estabilidad y firmeza mental casi imposibles de concebir por la mayoría que va y viene en un continuo movimiento ondulatorio, siempre impulsada por su propio Ritmo. Sabemos que hay dos planos de manifestaciones de los fenómenos mentales, o sea, dos planos de conciencia, uno superior y otro inferior. Entonces si nos elevamos al plano Superior escapamos a la oscilación pendular y sólo se manifiesta en el plano inferior.

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