Sabremos si nuestra actitud está en el carril apropiado cuando seamos como el modesto hombre de negocios cuya tienda de ropa estaba amenazada con desaparecer.
La tienda de una cadena nacional se había instalado allí y había adquirido todas las propiedades de su manzana. Este hombre muy particular se rehusó a vender. «Muy bien, entonces construiremos a su alrededor y lo sacaremos del negocio», le dijeron los competidores.
Llegó el día cuando el pequeño comerciante se encontró encerrado, con una nueva tienda por departamentos rodeando por ambos lados a su pequeño negocio. Los cartelones de los competidores anunciaban «¡Gran inauguración!»
El comerciante puso un cartel a todo lo ancho de su tienda que decía: «Entrada principal».
Los grandes líderes surgen cuando ocurren las crisis. En las vidas de las personas que triunfan vemos repetidamente terribles problemas que les fuerzan a levantarse por encima del promedio común.
No sólo encuentran las respuestas sino que descubren un tremendo poder dentro de sí mismas. Como el agua subterránea produce olas muy adentro en el océano, esta fuerza interior explota en una poderosa onda cuando las circunstancias parecen superarse. Entonces transpone el límite el deportista, el autor, el estadista, el científico o el hombre de negocios.
David Sarnoff dijo: «Hay mucha seguridad en el cementerio; anhelo las oportunidades».
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