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- ¿Qué tengo doctora?
- Preguntó urgida la consultante.
- Urgencia de perdonarse.
- Le respondió.
Resentir algo, es sentirlo
una y otra vez. Volver a sentir
aquello que sucedió, quizás cada
instante, quizás cada día. Y
seguramente ya sabes que
resentir es prácticamente
inevitable. Si alguien resintió
algo, obviamente no lo pudo
evitar y así con todos los
sucesos de esta vida.
También suele suceder que de
tanto resentir algo traumático,
algo doloroso, afectamos
diversas partes y órganos del
cuerpo, lo que significa que
experimentamos síntomas de algo
llamado enfermedad. Esto es algo
tan evidente, que si fuéramos de
habitación en habitación en un
hospital, para preguntar qué
sucede en las vidas de quienes
están allí, podríamos concluir
que grandes tristezas, pesares,
miedos, angustias,
preocupaciones, culpas,
resentimientos, odio y más.
Una emoción atrapada, un
recuerdo atascado en algún lugar
de la mente causa todo el
problema.
Y enfermar, si lo observamos
detenidamente, no es algo
negativo, ni malo, es
desagradable y doloroso, pero
llega para ayudarnos a mirar la
vida con ojos nuevos, llega para
darnos la gran oportunidad de
decir: ME PERDONO COMPLETAMENTE.
Y si no puedo hacerlo,
PERDONARME POR NO PODER HACERLO.
Perdonarnos aún por lo que no
podemos hacer, también es
sanador.
Y si puedes hacer tus sesiones
de perdón a través de FASTER
EFT, mucho mejor.
Esto que escribí puede parecer
simple o repetitivo, pero por
experiencia propia sé, que a
veces agradecemos que lo simple
haya vuelto a regalarnos la
dulzura de su simpleza. Y a mí,
me hizo bien.
Gracias por leerme.
VIVI CERVERA
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