Tú eres parte de un todo mucho mayor que tú mismo. Sin ti, el todo no puede expresarse plenamente, y sin el todo, tú te sientes desesperadamente vacío.
Tú eres vital y singularmente importante. Pero eso no te hace más importante que los demás. Tus pensamientos, ideas y acciones tienen la capacidad de transformar. Pero eso no te da el derecho de avasallar.
Por el contrario, te obliga a prestar servicio. Te ofrece la oportunidad de contribuir a algo más grande que tú mismo, algo que con gracia y elegancia, integra y amalgama todo lo que tú eres.
Ofreciéndote así, expandes tu propia vida y el mundo que te rodea. Haciéndolo así, generas verdadero valor y sentido, sintiendo una profunda realización.
Canta tu propia canción, con esa pasión que proviene del centro de tu existencia. Y deléitate con lo bello que resuena junto al coro de todo lo que existe.
Gabriel Sandler
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