"Examiné la cruz de los cristianos de principio a fin. Él no estaba en la cruz. Fui al templo hindú, a la pagoda antigua. En ninguno encontré el menor signo. Subí hasta las cumbres sagradas. Miré a mi alrededor. Él no estaba en las cumbres ni en el valle. Fui a la Kaaba. Tampoco estaba allí. Pregunté por su paradero: estaba más allá de los límites del filósofo Avicena. Miré en mi propio corazón. Y en ese lugar, lo vi".
RUMI
Ya podemos cumplir todos los mandamientos y ritos de una creencia religiosa, o de todas... Si no buscamos a Dios en nuestro interior, si no le hacemos un lugar en nuestro corazón, no seremos capaces de percibirle aunque nos abofetee el rostro.
VÍA MEDITACIONES DEL DÍA
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