El hombre que vive plenamente pierde la ambición, porque es tan feliz en este preciso instante que no puede concebir que algo mejor sea posible.... La locura común de la mente humana --el deseo de tener más y más-- se debe a que no estás viviendo plenamente. Siempre hay una brecha; falta algo. Sabes que las cosas podrían haber sido mejor. Todas las ambiciones son el resultado de vivir parcialmente, y aparece entonces todo el juego social: la gente quiere enriquecerse, ser famosa, ser un político, llegar a presidente o a primer ministro...
Un hombre que vive cada momento con tal intensidad que la vida se ha vuelto un paraíso, que la propia vida se ha vuelto divina, no necesita adorar estatuas, escrituras muertas, ideologías necias, supersticiones estúpidas".
Osho, De la medicación a la meditación
http://osho-maestro.blogspot.com/
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