PROPÓSITO: El jugador que inicia el juego busca que se peleen otros para no pelear él o ella.
GANANCIA PSICOLÓGICA: Quien inicia el juego compensa o satisface su postura psicológica.
POSICIÓN EXISTENCIAL: La posición del primer jugador es: “No me hago cargo de mis propios sentimientos, ni los expreso. Utilizo al otro como vehículo de expresión de estos”. La del segundo: “Yo me hago cargo de lo tuyo”.
EJEMPLO DE “VAMOS A PELEAR TÚ Y ÉL”: Una compañera de trabajo, durante el descanso, comenta a otra: “Ayer le oí decir al jefe que no eres eficiente”. La segunda jugadora ya está alerta respecto a la mirada, gestos, tono,… de su jefe. Se disparan las fantasías en ella. Todo le parecen indicios de que está siendo juzgada por él. Al final, ella explota cargada por una rabia que ella misma ha ido acumulando con sus pensamientos recurrentes. Ella explota, mientras que la primera jugadora observa desde su lugar de trabajo, reafirmando su convicción de que su jefe no valora sus propios esfuerzos y aliviando su propia tensión hacia él a través de su compañera, a través de lanzar a la compañera como vehículo de su rabia. A la vez, se siente satisfecha diciéndose a sí misma, que ella no está tan mal como su compañera, ni ha necesitado poner en juego su propia imagen ante el jefe.
ANTÍTESIS DE ESTE JUEGO: Evitar ser el portador de las frustraciones o la rabia de los demás. Adoptar una postura objetiva, para no adentrarse en fantasías alimentadas por un mensaje lanzado al aire. Abordar un asunto directamente con alguien desde una postura abierta y asertiva para aclarar una situación que está marcando nuestra relación con el otro.
M. Angeles Molina.
Directora y Psicóloga de PSINERGIA
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