Hace tiempo, cuando mi madre estuvo en el hospital en grave estado, yo veía que las personas que entraban en el cuarto, principalmente los familiares, cargaban en la mente un estado tenso y negativo de preocupación, de nerviosismo y de miedo.
Como el pensamiento es una vibración que trasciende a la persona, no había nada de beneficioso para mi madre en ese tipo de emoción negativa. Yo percibía eso y hasta sentí ganas de colocar un pequeño cartel en la pared del cuarto con las siguientes frases: "Usted puede ayudar: irradie salud".
Cierta noche, después que mi madre había mejorado considerablemente, volvió a pasar mal y el médico lo atribuyó al calmante que tuvo que darle.
Dijo él:
Yo le di ese calmante por causa de ustedes. Ustedes estaban muy nerviosos y preocupados.
Un hermano mío no vio lógica en eso, pues entendía que debía haber dado a la paciente lo que era benéfico para ella y no para los que la estaban cuidando.
Analizando profundamente, el médico también tenía razón, puesto que la perturbación de los visitantes afectaría a la enferma, y, para evitar que eso aconteciera, le dio el calmante para dormir.
Cuando usted está enfermo o va a visitar a un enfermo, no haga un largo comentario de la enfermedad, pues cada vez que la menciona está grabando más profundamente en el subconsciente del enfermo la imagen de la dolencia. Niegue mentalmente la existencia de la enfermedad y no le dé siquiera nombre. Afirme la salud y vea sólo en la persona la Vida que va recuperando a las partes afectadas. Vea a Dios o al Poder Curativo actuando de manera prodigiosa. La energía espiritual que usted irradia es de enorme beneficio para el enfermo.
Los científicos ya comprobaron que la presencia de personas negativas afecta a las plantas, causa reacciones en los animales y, con menos certeza, alcanza también a las personas. La presencia de personas positivas, saludables, realiza por otra parte, una acción benéfica mediante la energía positiva que emana de ellos.
Usted puede ayudar: irradie salud.
Pida a Dios que usted sea usado por Él para irradiar salud y vitalidad a las personas convalecientes. Afirme siempre su estado positivo: "La Fuerza Curadora Divina está fluyendo por mi intermedio hacia este enfermo. Soy positivo, soy positivo, soy positivo. Tengo el poder de ayudar en la cura. Estoy ayudando en nombre de Dios"
VÍA REFLEXIONES DIARIAS
VÍA REFLEXIONES DIARIAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario