martes, 12 de abril de 2016

ARROGANCIA



A orillas de un estanque, decía un pato:

- ¿A qué animal dio el cielo los dones que me ha dado a mí? Soy de agua, de tierra y de aire; cuando me canso de andar, si se me antoja, vuelo; si se me antoja, nado.

Una serpiente astuta, que le estaba escuchando, le llamó con un silbido y le dijo:

- No hay que ser tan arrogante señor pato, pues ni anda como el ciervo, ni vuela como el halcón, ni nada como el pez; sepa que lo importante y raro no es entender de todo, sino ser diestro en algo.

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