Las voces que emplea nuestro chantajista interior son, entre otras:
-No puedo
-No debo
-No está bien
-No soy digno
-No es para mí
-No hace falta
-Ya está bien
-Es mejor así
-En este mundo se ha venido a sufrir
-Hay que sacrificarse
-Sumisión a la voluntad de Dios (Y “Dios” carga con la mayoría de nuestras inhibiciones, cobardías y demás comodidades).
Juan Trigo
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