Yehuda Berg
Existe una historia en el Zóhar sobre un hombre sentado en la ladera de una montaña a punto de ser mordido por una serpiente, cuando de la nada aparece otra serpiente y se come a la primera. El hombre se levanta y se aleja, y unos momentos después, el borde en el que estaba sentado repentinamente se separa de la montaña. Cuando se le preguntó su secreto para atraer milagros, respondió: “Nunca me voy a dormir sin perdonar a cualquiera que me haya herido durante el día. Y ciertamente nunca voy a dormir sin sentir gratitud por ellos”.
Cuando decidimos ver cada situación dolorosa como una oportunidad para aprender, podemos experimentar milagros ilimitados.
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