Un día un padre y su familia rica llevaron a su joven hijo a una excursión al campo con la tenaz intención de mostrarle la pobreza en la cual viven algunos. La familia pasó un día y una noche en la granja de una familia muy pobre. Al volver de la excursión el padre preguntó al hijo, -¿Qué tal el viaje?-
-¡Muy bien, Papa!-
-¿Has visto la pobreza en la cual viven algunos?- preguntó el padre.
-¡Si!- -¿Y qué es lo que has aprendido?-
Respondió el hijo, - Vi que tenemos nosotros un perro en casa y tienen ellos cuatro. Nosotros tenemos una piscina que llega hasta la mitad del jardín, ellos tienen un riachuelo que no tiene fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el jardín, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta el jardín, ellos tienen todo el horizonte.-
Cuando el chico cesó de hablar su padre no sabía que decir.
El chico añadió; - ¡Gracias papa por mostrarme lo pobres que somos!-
Es verdad que todo depende según como lo mires. Si tienes amor, amigos, familia, salud, buen humor y una actitud positiva de la vida, ¡tienes todo!
No se puede comprar ninguna de estas cosas. Aunque tengas todas las posesiones materiales imaginables, suministros para el futuro, pero si eres pobre en el espíritu no tienes nada.
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