Sé tú, para ti. No hagas ningún otro compromiso y no te preocupes por lo que piensan o juzgan los demás. Ellos no están ahí para ayudarte, están ahí para fascinarse con tu ropa sucia y tu inconformidad.
Tus demonios son los verdaderos maestros del coraje. Cuando hayas peleado la última batalla, espera más, y déjalos ayudarte a crecer.
ANJANA LOVE-DIXON
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