Y funciona.
Porque una cosa es ser limosnero y otra,
ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas.
Muchos creyentes se han vuelto dependientes,
y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo.
Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de
adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.
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Abuela Margarita
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Leído en SINCRONÍA
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