El inteligente hombre de negocios le dio al joven un consejo muy sabio. “Nunca ha sido y nunca será mi intención hacer dinero”, le dijo. “Mi intención ha sido siempre hacer un mejor producto”.
Cuando podemos cambiar el enfoque de cómo podemos “obtener” a cómo podemos compartir, el éxito se vuelve inevitable.
Nuestro mejor producto somos nosotros mismos.
YEHUDA BERG
No hay comentarios:
Publicar un comentario