La periodista Belisa Ribeiro estaba maquillándose para ir a una fiesta cuando se detuvo y se contempló en el espejo.
He aquí cómo me vi –cuenta– Estaba intentando equilibrar en las manos el lápiz de labios, el delineador de ojos, el colorete y el rímel. Me quedé pensando: ¿por qué actúo así? ¿Por qué agarro tantas cosas si solo puedo usar una de ellas cada vez?
Coloqué todo en el cesto de maquillaje y volví a empezar. Procuré acordarme de tantas veces en mi vida en que actué de este modo, viviendo un momento y pensando en otro, quedando estresada por cosas que tenían día y hora señalados para ser vividas. A partir de aquel momento, me prometí que cada minuto de mi vida tendría su propia bendición, y yo estaría completamente concentrada en ella”.
PAULO COELHO
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