lunes, 11 de mayo de 2015

CAMBIANDO DE ACTITUD



Un joven que quería seguir el camino espiritual pidió consejo a un abad del monasterio de Esceta.

–Durante un año, paga una moneda a quien te agreda– le dijo el abad.

Durante doce meses, el muchacho estuvo pagando una moneda cada vez que era agredido. Al finalizar el año, volvió a encontrar al abad para saber cuál era el próximo paso.

–Vete hasta la ciudad a comprar comida para mí.

En cuanto el joven salió, el abad se disfrazó de mendigo y, tomando un atajo que conocía, llegó a la puerta de la ciudad. Cuando el muchacho se aproximó comenzó a insultarlo.

–¡Qué suerte tengo! –comentó el muchacho al falso mendigo– ¡durante un año entero tuve que pagar a todos los que me agredían y ahora puedo ser agredido gratis, sin gastar nada!

Al oír esto, el abad se sacó el disfraz.

–Aquel que es capaz de no importarle lo que los otros dicen es un hombre que está en el camino hacia la sabiduría. Tú ya no te tomas los insultos en serio y, por lo tanto, estás preparado para el próximo paso.

PAULO COELHO

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