Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan
Se hallan en la intersección de quiénes fueron alguna vez y en quiénes se van a convertir. Leen el mapa de ruta de sus pasadas acciones y reacciones y esperan encontrar el futuro en esas direcciones. Pueden ver dónde cayeron y nadie los levantó. Esperan que el mundo exhale para poder aspirar lo que alguna vez fue bueno y lleno de propósito. El monóxido de carbono de los miedos ajenos está en el aire.
Tratan de huir de lo que es demasiado humano, de lo que se ha deshecho, lo que se ha gastado. Desde el 7 de julio hasta el 8 de agosto entrarán en un corredor de tiempo en el que quedan expuestas las circunstancias que alguna vez estuvieron ocultas. Ellas piden descender y husmear el rastro de su vida.
¿Creen realmente que albergan inherentemente al ADN del Cristo Cósmico que los conducirá hacia las muchas mansiones de los universos del Padre? ¿Piensan que albergan la capacidad de moverse más allá del tiempo, del espacio, y de recrear un diálogo con una vida que les trae paz en lugar de agitación? Los últimos años les han pedido que observen sus vulnerabilidades, su humanidad, sus deseos de quedarse o de dejar la Tierra. En los últimos años han cuestionado a Dios, al Universo, al amor y a la vida.
Han flaqueado en las tormentas, han vacilado en sus elecciones y han titubeado en la aceleración que les pide que no crean lo que ven sus ojos, sino que se concentren solo en lo que mora en su corazón. El tiempo colapsa sobre sí mismo. Todo lo que han aprendido llega a un lugar de reforma.
Todo lo que ven como un bloqueo en su vida solo puede disolverse a través de la amplificación del amor. Toda oscuridad viene de la luz, toda oscuridad regresa a la luz, envíen amor y luz a cualquiera sea la oscuridad que parezca bloquear su propia luz y su misión divina. Muchos están siendo influenciados por energías que desean mantenerlos en un estado inferior, temerosos y acobardadosen sus vidas. Pueden ser víctimas o vivir victoriosos. Cada uno de ustedes es un gran maestro de luz, viviendo vórtices de luz y lo han olvidado porque la pequeñez de la vida cotidiana se ha acumulado y no pueden ver más allá de ella.
Es hora de que reafirmen sus votos con la luz y su promesa de sostener la luz a través de todos los cambios y desafíos en la Tierra. No pueden pedir un pedazo de otro país a menos que encuentren paz interior. Así que muchos de ustedes han renunciado a su libertad, a los deseos de su corazón, a lo que les trae alegría. Les pedimos que crean no solo por ustedes mismos, no solo por su planeta y su gente sino por todo lo que existe a través del tiempo y espacio que depende del resultado de la ascensión o disensión de la Tierra.
En la plenitud de la luz nos encontramos frente a todas las sombras, todas las dudas y todos los miedos. En la plenitud del tiempo aparecemos para ser vistos por el corazón y el ojo interno. En la plenitud del corazón nos introducimos gentilmente como su familia de luz estelar, Somos el ConsejoPleyadiano de los 23. Trabajamos dentro de la geometría sagrada del puesto de avanzada de la humanidad. Representamos el esquema de lo que es de naturaleza humana con cinco apéndices, todos extendiéndose en muchas direcciones en la búsqueda de uno mismo.
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