Una pequeña amabilidad puede marcar una enorme diferencia. Porque cuando se actúa con amabilidad y gentileza, eso inspira y da lugar a más amabilidad y más gentileza aún.
Te cruzarás hoy con alguien que necesita recibir, desesperadamente, un poquito de amabilidad. A ti no te cuesta nada, y es tanto lo que puedes generar.
Aún cuando parezca que tu amabilidad no es valorada, de todas maneras marca una diferencia. Aunque no sea reconocida, se nota, y con el tiempo puede ablandar hasta los más duros corazones.
Al hacer algo sólo por el hecho de ser amable y afectuoso se genera un tipo especial de alegría. Deja de lado la preocupación en cuanto a qué te aportaría, y experimenta lo bien que se siente.
La amabilidad puede resultar tan maravillosamente refrescante. El mundo recuerda y respeta a quienes la ofrecen de manera cotidiana.
Ofrecer algo de amabilidad es fácil. Y cuando lo haces una y otra vez, se convierte en algo inmensamente poderoso.
Fuente: http://www.motivaciondiaria.com
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