Para aquellos integrantes de nuestro amada Familia Global que están familiarizados con el nombre y la energía de Quetzalcóatl, nos gustaría que tomaran un momento para conocer más de este increíble campo de fuerza desarrollándose dentro de nuestro ser humano en éste momento.
A través de la historia, antiguas civilizaciones como la Maya, Azteca, Egipcios y Sumerios, se han referido a un "Dios en el Cielo", quien regresará de Venus en fechas específicas para nuevamente instruir a la humanidad cuando la hora de liberación llegue. De acuerdo al calendario Maya, estamos ahora en el tiempo del tan esperado regreso de Quetzalcóatl.
Una vez dicho esto, ha habido una creciente conciencia que ha enaltecido nuestro Alma Grupal, esto nos ha permitido percibir este "regreso" no como un ser individual o deidad, pero como una expresión de nuestra Divinidad. La energía es la misma energía irradiada por Jesucristo, Krisna, Buda y los otros amados Avatares que desinteresadamente forjaron la senda hacia la Liberación.
Quetzalcóatl fue también conocido como "La Serpiente Emplumada", la cual muchos conocen como la sagrada metáfora que representa nuestro ADN humano y de la que se ha predicho su activación y desenvolvimiento. Mientras muchos líderes a través del mundo empiezan a sentir el levantamiento de nuestro Kundalini colectivo, la espectacular revelación de que NOS VAMOS A CONVERTIR en la encarnación viviente de Quetzalcóatl empezará a circular a través del campo unificado. Con esta poderosa presencia que ha nacido entre nosotros, podemos compartir en gozo cósmico de crear en conjunto las vistas más increíbles del la Nueva Tierra.
Es nuestra práctica diaria el sintonizar con el Alma Grupal, construyendo el ritmo de unicidad, esto asegurará nuestra transformación en la expresión física de Quetzalcóatl. ¡Como grupo racial, nos hemos sujetado a un planeta que está pasando por la misma activación!
Esto nos da una oportunidad sin precedentes de compartir la divina energía que está cruzando la matriz viva, apoyando la unificación de nuestra divina energía masculina y femenina, así como la completa sincronización del hemisferio izquierdo y derecho de nuestros cerebros. Desde este punto de fusión sagrada, solidificamos la realidad de Quetzalcóatl en nuestros seres iluminados y nos reservamos el privilegio de ascender con nuestra amada Madre Tierra.
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