Cuando una mujer murió, fue llevada al tribunal celestial.
¿Quién eres? Pregunto una voz
Soy la mujer del alcalde. Dijo ella.
Te he preguntado quién eres y no con quien estas casada.
Soy la madre de cuatro hijos.
Te he preguntado quién eres y no cuantos hijos tienes.
Soy maestra de escuela.
Te he preguntado quién eres y no cual es tu profesión.
Soy cristiana.
Te he preguntado quién eres y no tu religión.
Soy una persona que iba todos los días a la iglesia y ayudaba a los pobres.
Te he preguntado quién eres y no lo que hacías.
Algunas personas no se dan cuenta de quiénes son verdaderamente, ya que solo se apoyan en las cosas que tienen fuera y no se animan a miran dentro de su interior.
VÍA ESPIRITUALIDAD DIARIA
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