domingo, 3 de enero de 2016

Juegos Psicológicos: “¿Por qué no…? Sí, pero…”

 

TESIS: Pide consejos, para no aceptar ninguno.

PROPÓSITO: Ser tranquilizado/a.

GANANCIA PSICOLÓGICA:
Quien lanza el cebo, actúa desde su parte Niño hacia el otro jugador que lo hará desde su parte Padre, que intentará tranquilizar y satisfacer al Niño.
Reafirmarse en su “Mito”: “Todos quieren dominarme”.

PAPELES:
Quien actúa desde su parte Padre: “Puedo hacer que me agradezcas mi ayuda”.

Quien actúa desde su parte Niño: “A ver si puedes”.


POSICIÓN EXISTENCIAL: “A ver si puedes presentar una solución a la que yo no encuentre falta”.

EJEMPLO DE “¿POR QUÉ NO…? SÍ, PERO…

Persona A: Tengo problemas económicos, si sigo así no sé de qué viviré…

Persona B: ¿Por qué no buscas un empleo?

A: Sí, pero si trabajase, ¿quién cuidaría de los niños?

B: Podrías pagarle a alguien.

A: Mis niños no se los confío a cualquiera.

B: Siempre se puede encontrar a alguien de confianza.

A: Con las cosas que pasan hoy día…

Normalmente, este tipo de conversación es seguida de un silencio que significa la victoria de quien inicia el juego. Este silencio puede ser roto para rematar diciendo: ” Ya te lo dije, lo mío nadie puede arreglarlo”.

ANTÍTESIS DE ESTE JUEGO:

Es evidente que aquellos que responden a este juego, presentando soluciones al problema, están jugando a una forma de otro juego llamado “Sólo Trato de Ayudarte”. La solución es no jugar a “Sólo Trato de Ayudarte”.

Si se inicia con una cuestión como “¿Qué harías tú si…?”, la respuesta sugerida es devolver la pregunta:“¿Qué es lo que piensas hacer tú?”.

Si se inicia con una frase como por ejemplo, “Se me ha averidado el coche y no podré asistir a la cena”, se sugiere no seguir el juego contestando con un “Cuánto lo siento”.

M. Angeles Molina.

Directora y Psicóloga de PSINERGIA

No hay comentarios:

Publicar un comentario