martes, 19 de mayo de 2015

DEL ARREPENTIMIENTO SINCERO



El monje Chu Lai era agredido por un profesor, que no creía nada de lo que él decía. Sin embargo, la mujer del profesor era seguidora de Chu Lai y exigió a su marido que fuera a ofrecer disculpas al sabio.


De mala gana, pero sin valor para contrariar a su mujer, el hombre fue hasta el templo y murmuró algunas palabras de arrepentimiento.


“Yo no te perdono”, dijo Chu Lai. “Vuelve a tu trabajo”.


La mujer se quedó horrorizada:


“¡Mi marido se humilló, y usted, que se considera sabio, no ha sido generoso!”.


Respondió Chu Lai:


“Dentro de mi alma no existe ningún rencor. Pero si él no está arrepentido, es mejor reconocer que me tiene rabia. Si yo hubiera aceptado su pedido de perdón, habríamos creado una falsa situación de armonía, y esto aumentaría más la rabia de su marido”.


PAULO COELHO

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