martes, 2 de diciembre de 2014

EL MONO QUE SALVÓ A UN PEZ...(LA SANTIDAD EN EL PRESENTE)


¿Qué demonios estás haciendo?», le pregunté al mono cuando le vi sacar un pez del agua y colocarlo en la rama de un árbol.«Estoy salvándole de perecer ahogado», me respondió.
 Lo que para uno es comida, es veneno para otro. El sol, que permite ver al águila, ciega al búho.


 LA SANTIDAD EN EL INSTANTE PRESENTE
 Le preguntaron en cierta ocasión a Buda: «¿Quién es un hombre santo?». Y Buda respondió: «Cada hora se divide en cierto número de segundos, y cada segundo en cierto número de fraccio­nes. El santo es en realidad el que es capaz de estar totalmente presente en cada fracción de «segundo». 
El guerrero japonés fue apresado por sus enemigos y encerrado en un calabozo. Aquella noche no podía conciliar el sueño, porque estaba convencido de que a la mañana siguiente habrían de torturarle cruelmente.Entonces recordó las palabras de su Maestro Zen: «El mañana no es real. La única realidad es el presente». De modo que volvió al presente… y se quedó dormido.
 El hombre en el que el futuro ha perdido su influencia se parece a los pájaros del cielo y a los lirios del campo. Fuera preocupa­ciones por el mañana. Vivir totalmente en el presente: He ahí al hombre santo.

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