jueves, 4 de diciembre de 2014

EL LÍMITE DE LO POSIBLE...♥




Los vecinos de la pobre aldea se sentían intrigados porque en medio de un crudo invierno, en el que apenas se podía salir de las cabañas, el Hombre Santo tenía su hogar encendido permanentemente. Y así lo atestiguaba el humo que día y noche salía sin cesar de su chimenea.

La madera escaseaba, y la poca que había tenía unos precios inasequibles para los pobres campesinos.

A pesar del tiempo inclemente, los vecinos se turnaban para espiar al Hombre Santo, ya que todos presumían que conocía algún recóndito lugar en el bosque donde había una gran cantidad de madera disponible. Pero después de muchos días sin verlo salir de su cabaña, se decidieron a hacerle una visita.

— ¿De dónde sacas la madera, Hombre Santo? Comparte tu secreto con nosotros, porque nos morimos de frío.

— ¿De dónde va a ser? —replicó sorprendido por la pregunta—. Del bosque.

— ¡Pero si en el bosque no hay madera!

Y el Hombre Santo exclamó con ingenuidad:

— ¿De veras? Nadie me lo había dicho…



Luis Camacho

www.luiscamacho.es

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