Elijo su historia, tal y como ha sido,
elijo la historia de su familia que complementa la historia de la mía,
elijo la mirada de su corazón que a veces no me mira
y está mirando en realidad las heridas de su clan original,
y elijo así porque mi corazón también mira hacia otro lado.
Y cuando hago consciente que ni su corazón ni el mío están mirando a la relación, entonces la relación puede tomar su transmutación amorosa y elevarse más allá de la expectativa.
Y surge el verdadero amor.
La Mujer Lunar
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