Yo sé que no soy perfecto
ni tampoco me siento perfecto…
Tengo la certeza de mi imperfección
y procuro superarla.
He cometido numerosos y crasos
errores, seguramente seguiré errando,
pero nunca cometeré el mismo
error dos veces…
Sé que a medida que deje
de equivocarme me iré perfeccionando…
porque mis errores, en lugar de rebajarme,
me enaltecen.
No procuro evitar equivocarme porque
sé que sólo quien vive está propenso
a equivocarse…
Mi intención consiste en asimilar
la enseñanza que todo error trae consigo.
Muchas veces no actuamos para evitar
fallar… y al hacerlo evadimos
la responsabilidad de vivir.
Vive, arriésgate a cometer errores
y aprende siempre de ellos, es la mejor
manera de adquirir sabidurí.
VÍA REFLEXIONES DIARIAS
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