miércoles, 8 de octubre de 2014

APOLO Y DAFNE...♥



El dios Apolo persigue a la ninfa Dafne por el bosque. Está enamorado de ella, pero Dafne –siempre cortejada por todos– no aguanta más su propio brillo y pide ayuda a los dioses, diciendo:
“Destruid esta belleza que nunca me deja en paz”.
Los dioses escuchan la petición de Dafne y la transforman en un árbol, el laurel. Apolo ya no consigue encontrarla, pues ahora ella es apenas una parte de la vegetación.
Dafne actuó de una manera que todos conocemos bien: muchas veces matamos nuestros talentos, porque no sabemos qué hacer con ellos.
Es más cómoda la mediocridad de ser apenas “uno más” que la lucha para mostrar todo aquello de lo que somos capaces con los dones que Dios nos dio.
PAULO COELHO.

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