No podemos esperar que las cosas que queremos en la vida nos caigan del cielo.
Estamos destinados a experimentar buena fortuna más allá de lo que hayamos imaginado, pero para hacer que nuestros deseos se manifiesten debemos estar dispuestos a hacer el esfuerzo.
No estamos destinados a ir por la vida esperando que las cosas ocurran. Estamos destinados a hacer que sucedan.
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