Tanto para quienes insisten en dar consejos no pedidos como para quienes han decidido en su máxima iluminación ser y dejar ser, hay un proverbio que dice: “No puedes despertar a quien quiere hacerse el dormido”.
Pero pongámonos en los zapatos de este supuesto necio. ¿Por qué prefiere no saber? Por tres razones: porque no le importa, porque le va a doler o porque no quiere responsabilizarse. Hay temas que genuinamente no nos interesan o los evadimos para no contaminarnos, hay otros que preferimos no tocar para no enfrentar y resolver, aunque sabemos que en algún momento tendremos que hacer el deber.
Nos podemos hacer los locos en muchas cosas, pero nadie está tan loco para no saber que esto no será para siempre. El libre albedrío no tiene que ver solo con la libertad, sino también con la responsabilidad. Podemos hacernos de la vista gorda con cuanto pasa a nuestro alrededor y andar de puntillas por cualquier campo minado, pero no podemos hacer lo mismo con la bomba de tiempo interna, si la ignoramos nos explotará por dentro.
Mejor entérate de una vez y sal de eso.
Fuente: http://www.revistasambo.com
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