¿Amar es elegir, o siempre ser elegido?
¿Amar es ser libre, o ser esclavo?
¿Amar es tener poder, o tener miedo a perder?
¿Amar es vivir en la luz, o en las tinieblas?
¿Amar es plenitud, o la decadencia absoluta?
En el centro del amor, como en el ying y el yang, puede existir un punto de oscuridad. De la misma manera que en los abismos de la oscuridad puede aparecer un punto luminoso. Pero no confundamos estos pasajes puntuales con la locura y la esclavitud que supone la dependencia.
Nos hicieron creer en la locura de que una relación de pareja es una lucha, que hay que sufrir cuanto más mejor.
La palabra sufrimiento y la palabra amor jamás tendrían que ir juntas, lo que sucede es que no nos lo contaron así. Nos lo explicaron mal.
FUENTE: PLANO SIN FIN
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