Mulá Nasrudín consulta a su médico:
-¡Doctor, tengo un problema terrible!
-¿Ah, sí? ¿Qué le sucede?
-Mi mujer habla dormida, toda la noche. Ya no sé que hacer.
-Será fácil: tráigame a su mujer para que yo la cure.
-Pero no, doctor. No quiero que usted cure a mi mujer. Quiero que me cure a mí. Cada noche ella dice cosas sublimes, pero yo desgraciadamenyte acabo durmiéndome. Deme un remedio para quedarme despierto la noche entera, escuchándola.
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Sobre este cuento sufí, comenta Alejandro Jodorowsky en “Cabaret místico”: Este cuento describe sultilmente la felicidad de dejar de buscar para comenzar a encontrar, aunada a la angustia de dejar pasar, por falta de atención, la oportunidad de recibir al Dios interior.
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