Tú lo ves, pero él no. (Concede espacio)
Muchas veces vemos que otra persona se está equivocando; según nuestro criterio, claro, y queremos explicarle que no está en el camino correcto. Es tanto nuestro afán de querer ayudar, que muchas veces metemos la pata, y sufrimos por los desplantes, por la decepción, porque nos hemos involucrado demasiado en un asunto que no era de nuestra incumbencia. Y es que cada cual tiene que seguir su camino, su trama tridimensional. Y a veces lucharemos, evaluaremos, expondremos nuestro punto de vista, pero…, concede espacio, te lo aconsejo. Sé sincero contigo mismo y ante todo desecha toda clase de patrones y sentimientos antes de hablar con ellos, para que prime únicamente el equilibrio en tus palabras, la consciencia en tu mente y el amor incondicional saliendo de tu corazón.
No te precipites, deja a las personas tiempo para reaccionar, para pensar, déjales espacio para sentir y hasta para volverse amargas.
Otorga a los demás su espacio para seguir su proceso.
Esa persona que tanto estimas, está atravesando la senda oscura de la luz, la que le enseñará y le hará maestro de su vida. Sin duda alguna.
©Luhema
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