El reverendo Richard Halverson dice que podemos compartir nuestras ideas como si fuesen flechas o semillas. Las primeras las usan normalmente los profesores, jefes, gente que tiene prisa o que cree saberlo todo. Van directas al corazón, y terminan matando la curiosidad y neutralizan la iniciativa de las personas. Se ponen en práctica rápidamente, y enseguida se olvidan.
Las “ideas-semilla” son las que la vida ofrece a través de las elecciones que hacemos: cuando nos permitimos conmovernos con algo, leer un libro que no nos obligaron a leer, presenciar sin prisa un hermoso atardecer, o conversar sobre un asunto que realmente nos interesa. Sus resultados no se aprecian inmediatamente, pero crecen con raíces profundas, y acaban haciéndose realidad.
PAULO COELHO
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